El Registro Federal de Contribuyentes (RFC) es un elemento clave para la realización de actividades económicas formales en México. No obstante, cuando un contribuyente deja de presentar sus declaraciones fiscales por un periodo prolongado, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) puede proceder con la cancelación de su RFC por inactividad. Esta situación puede generar complicaciones administrativas y fiscales para las personas físicas y morales. A continuación, se presentan algunas estrategias para evitar este escenario.
1. Presentar declaraciones en ceros
Si no se tienen ingresos o gastos en un periodo determinado, es recomendable presentar las declaraciones en ceros. Esto permite mantener el RFC activo y evita que el SAT lo considere inactivo.
2. Verificar la actividad económica registrada
Es importante revisar periódicamente las obligaciones fiscales registradas en el RFC para asegurarse de que estén alineadas con la actividad económica real del contribuyente. En caso de haber modificaciones, se pueden realizar ajustes ante el SAT.
3. Actualizar datos en el RFC
Mantener la información actualizada en el RFC es fundamental. Si una empresa o persona física cambia de domicilio fiscal o modifica su actividad, debe notificarlo oportunamente al SAT.
4. Revisar notificaciones del SAT
Es recomendable revisar periódicamente el buzón tributario y los correos electrónicos registrados ante el SAT para estar al tanto de cualquier comunicación oficial relacionada con el RFC.
5. Realizar alguna operación fiscalmente relevante
Para evitar que el RFC sea considerado inactivo, se puede llevar a cabo alguna operación fiscalmente relevante, como la emisión de un CFDI o el pago de contribuciones, aunque sea de forma esporádica.
6. Presentar aviso de suspensión de actividades
Según la Resolución Miscelánea Fiscal para 2025, los contribuyentes que interrumpa completamente sus actividades económicas y no tengan obligaciones fiscales periódicas pendientes pueden presentar, por única ocasión, un aviso de suspensión ante el SAT. Este trámite permite detener temporalmente las obligaciones fiscales y mantener el RFC activo sin riesgo de cancelación.
7. Renovación de la e.firma
A partir de enero de 2025, el SAT implementó la renovación obligatoria de la e.firma para todos los contribuyentes. Mantenerla vigente es fundamental para realizar trámites fiscales y evitar posibles restricciones en el uso del RFC.
8. Consultar a un especialista fiscal
En caso de duda sobre el estatus del RFC o las obligaciones fiscales a cumplir, es recomendable acudir a un especialista en materia fiscal para recibir asesoría personalizada y prevenir cualquier inconveniente.
Conclusión
Evitar la cancelación del RFC por inactividad es una tarea que requiere atención y cumplimiento oportuno de las obligaciones fiscales, ya que la omisión de estas responsabilidades puede derivar en sanciones, pérdida de beneficios fiscales e incluso la imposibilidad de realizar operaciones comerciales de manera formal.
Mantener una correcta administración fiscal no solo garantiza la continuidad del RFC, sino que también contribuye a la estabilidad financiera y operativa del contribuyente, ya sea persona física o moral. Implementar estas estrategias permitirá evitar complicaciones con la administración tributaria y asegurar el cumplimiento normativo.
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